Azul infinito del cielo,
sol que deslumbra mis pupilas,
es el sonido que deja la brisa
navegando vivaz como un velero
al acariciar tu piel morena de niña.
Tumbados en la misma arena,
mirándote, siempre a escondidas
no vaya a ser que la marea,
descuidada, rompa en la orilla
con el secreto de esta espera.
Mirada que descansa dormida
tierna y libre de miedos.
Abre los ojos con nuevas fantasías,
iluminando los míos ya ciegos
por no ver la luz que brilla.
Sé que suena a utopía
que tus finos labios sean
míos uno de estos días.
Poder llegar a saborear
la sal
del mar en tus mejillas.
Playa escrita a base de versos
nacidos de tu dulce sonrisa,
mis dedos en el agua cristalina
acarician despacio el reflejo
de tu rostro inocente de alegría.
El sol camina a su madriguera,
la noche hoy gana la partida
alentándome a confesar
el
deseo de que seas mía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario