Invierno sin primavera...
Tumbado, con el cuerpo dolorido,
consumido por dentro y por fuera,
necesitado de recibir tu cariño,
la fiebre acabó con todas mis fuerzas.
Como hacerte saber mi condena,
mi voz ya perdió su único hilo
y la cama se disfrazó de fiera
para ser mi peor
enemigo.
La ansiedad se acostó anoche conmigo,
asfixiándome dentro de una esfera
llena de soledad y desquicio,
sin ilusiones que me consigan alentar.
Invierno que no deja paso a la primavera,
márchate siguiendo tus pasos fríos,
devuélveme a la vida que me espera
estando para siempre contigo.
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