Apoya la cabeza sobre la almohada,
como cada noche, piensa...
sueña el inconsciente en primavera,
sueña con la vida que tanto amas.
La luz ya duerme en su cuarto
y yo sigo pensando, mas bien imaginando,
el roce de sus carnosos labios,
esa vida en la que siempre gano.
El éxtasis me mantiene desvelado,
la locura que me recorre,
atrapado desgarrándome de arriba abajo,
extraviado está el solicitado norte.
Habla mi almohada en voz baja,
confiésame el secreto de sumario,
haz que vuelva a vivir al alba,
abre al amor que se encerró en el armario.
Y una noche más sigo sin hallar
la formula de todos mis sueños.
Aunque luche por seguir cuerdo,
loco, es el único remedio.
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