Triste aroma de brisa otoñal
con amargo sabor a despedida.
El frío se adjudicó la partida
consumando mi derrota.
Una derrota tan dolorosa,
que ni el paso de los días
cicatrizará tan profunda herida,
que por las noches solloza
mares de lágrima cristalina.
Pálpitos de hoja caduca
clausuran la época estival,
aletargan cientos de vidas
robándome el alma tuya
que sin más voló ávida